Es seguro que la mejor forma de quedarse embarazada es aquella que no se busca deliberadamente, la que surge espontánea y simplemente al deslizarse a través del encuentro sexual como quien se desliza por un tobogán, divertido, emocionante y, arrebatador. O como montarse en un columpio, por el simple placer de mecerse adelante y atrás, y gritar más alto, más alto, más alto.
Pero a veces la deseada gestación se hace esquiva, tras varios intentos no llega, y empiezas a impacientarte, y entonces, una vez atrapada en el círculo vicioso del calendario de la ovulación y del sexo programado, el sexo placentero solo queda ya en el recuerdo.
El sexo programado no siempre es el mejor método
Para que un embrión se pueda implantar con éxito, es muy importante contar con un “entorno nutritivo” en el útero y también fomentar una buena circulación sanguínea del bajo vientre ayudará a propiciar un embarazo. Contamos, en ese sentido, con el sexo, preferiblemente tranquilo y satisfactorio, como método más natural y agradable.
Es un hecho que cuanto más sexo y más frecuente, más fácilmente vas a quedarte embarazada, entre otras cosas porque el propio sexo beneficia un equilibrio hormonal favorable a la función reproductiva, por otro lado, conocer tus ciclos y el momento de tu ovulación facilita que programes el sexo en el momento más fértil. Pero, como ocurre a menudo, no siempre los acontecimientos suceden de la forma más fácil, y subordinar la vida conyugal a la meta de concebir un bebé no coincide con la programación de la naturaleza. Por algo placer y reproducción están tan unidos.
Con el sexo y el deseo de embarazarse puede ocurrir como, también a menudo, pasa con el matrimonio, que cuando la relación aún era abierta era más emocionante que cuando se sella con el compromiso, y que el sexo cuando todavía era un juego exploratorio era más satisfactorio que cuando se le requiere que sea productivo con el objetivo de engendrar un hijo.
Entonces, ¿acaso no queda más remedio que insistir, ponerle intención y hasta esfuerzo?, ¿o quizás no?, ¿es posible que haya una manera más fácil y placentera de lograr tu objetivo?
Efectivamente, resulta que hay un método de atracción masculina y de preparación de la preconcepción tan antiguo como la humanidad para ayudarte a “hacer niños”.
Sexo, sensualidad, erotismo y ritmo
El cine porno, o el mercado de los juguetes eróticos son un gran negocio que se encarga de ofrecerte mil y un sistemas para incitar tu deseo de sexo y garantizar que obtengas placer, y es un universo que si lo exploras puede servirte de ayuda, pero en este artículo no quiero hablar de esto sino del que probablemente sea el más hermoso y ancestral método erotizante que se conoce: la danza.
La danza se ha usado para celebrar todo tipo de acontecimientos, desde la preparación a la guerra, a la caza, como recibimiento y como despedida, para que llueva, como homenaje, y sobre todo como cortejo amoroso y antes del apareamiento, para invocar la fecundidad y las cosechas.
Este papel de la danza sigue estando presente de forma ritualizada en las bodas, cuando tras el casamiento, los novios se besan, y en el salón del banquete nupcial, ante todos los invitados, bailan un vals, abrazados, girando, mirándose a los ojos. Hasta hace poco tiempo, el baile nupcial formaba parte de los juegos eróticos previos a la noche de bodas, en las que se consumaba la unión del matrimonio mediante el primer coito.
El hecho, de que el primer baile corresponda a los novios y luego se sumen al mismo el resto de los invitados, es un eco y una reminiscencia de la práctica neolítica de la cópula pública del rey y la reina, y de las orgías grupales cuyo objetivo era estimular la fecundidad de la tierra.
Tango, rock and roll o perreo, ¿cuál es tu estilo?
La danza sensual favorece un buen riego sanguíneo en el útero y en los órganos sexuales y es una exhibición de la gracia, la fuerza y la agilidad de un hombre, o mujer, preparados para concebir una nueva vida y para el esfuerzo de parir hijos. Todavía hoy, las mujeres de muchas zonas de oriente medio y norte de Africa danzan durante su gestación y también en el momento del parto para facilitar el esfuerzo de dar a luz.
Cuanto más sensual sea la danza, más implicado estará el movimiento de las caderas evocando el acto de apareamiento. Por eso en las sociedades más puritanas la danza es un escándalo y está prohibida, a menudo junto con el canto y la música, especialmente en el caso de que lo ejecuten las mujeres.
- Incluso aunque ahora se vea como algo muy elegante y decoroso, en el siglo XVIII el vals se consideró un baile inmoral, desenfrenado e indecente y en algunos países se prohibió.
- En Francia al can-can, que bailaban las clases bajas, tanto hombres y mujeres, pero sobre todo mujeres cortesanas y prostitutas, se lo llegó a considerar responsable de enfermedades degenerativas debido a la forma escandalosa, descarada y alborotada en que se sacuden y elevan las piernas dando una patada al aire, mientras se chilla, chifla, y al tiempo se agitan las faldas, mostrando los encajes de la ropa interior y las ligas, incitando una gran provocación sexual, de hecho, can-can significa escándalo .
- Algo similar ocurrió con el tango en Argentina, que se identifica con un apretado abrazo y las caras rozándose los labios, y que fue censurado por incitar a la lujuria y por ser una danza de vaqueros, proxenetas y prostitutas.
- Los ritmos africanos, latinos y su fusión en los bailes afrolatinos y afroamericanos son tremendamente sensuales. Bailes como el charleston, el lindy-hop, el jitterbug y el twist se consideraron obscenos y vulgares y se habló de que entrañaban riesgos para la salud. La lambada brasileña dio un paso más allá en la obscenidad que el tango, porque acercó aún más a las parejas al bailar con las caderas presionadas mientras giraban, y fue prohibida por su inmoralidad. En la actualidad el movimiento twerking del hiphop y el reggaetón, o el perreo chacalonero, son directamente una exhibición casi pornográfica, porque intentan simular los movimientos de los animales durante el acto sexual y el movimiento más característico es el de las sacudidas de las nalgas femeninas frente al pene, mientras el hombre se mueve en consonancia.
- El rock and roll cuyos ritmos descendía de los afroamericanos, con su grito “mueve las caderas” supuso todo un acto provocativo de transgresión y fue el antecedente de un movimiento de liberación sexual que transformó la sociedad norteamericana, y por eso fue de inmediato demonizado por grupos religiosos ultrapuritanos como satánico.
- Los arqueólogos han descubierto enterradas bajo el denso follaje de las selvas asiáticas una miriada de templos, llenos de esculturas que muestran de forma explícita las posturas del kamasutra y otros tratados de sexualidad mística y sagrada como el Rati Rahsya y el Ananga Ranga. En la concepción hindú del amor no se disocia, ni se degrada, la atracción física, pues busca la obtención de una placentera vida amorosa. En sus tratados, láminas y tapices no solo se hablaba de acrobáticas posturas sexuales, de onanismo, zoofilia, orgías, felaciones y cunnilingus, sino que se promovía el desarrollo espiritual, lírico y romántico y se enseñaba a apreciar el perfume, la danza, la música y la poesía. Cuando llegaron los colonizadores ingleses se escandalizaron por la desvergüenza con la que se exhibían las pecaminosas escenas sexuales, cerraron y destruyeron muchos templos porque la iglesia anglicana solo admitía una pudorosa función reproductora del coito, es decir, solo destinada a la procreación.
- Los yihadistas en Egipto, Mali, y el Sahara hoy día persiguen incluso con pena de muerte la música y las bailarinas que ejecutan la famosa danza del vientre o raqs baladi, más elemental, sin apenas desplazamientos y reducida a movimientos de la pelvis, y la danza oriental o raqs sharqi, que además del movimiento pélvico, realiza grandes desplazamientos, vueltas y movimientos del pecho, hombros y brazos serpenteantes.
La danza del vientre, bailar para dar a luz
No importa tu habilidad, ni tu complexión física, no es necesario que seas una bailarina, la danza del vientre más básica es un excelente ejercicio cardiovascular para personas de cualquier constitución, y además mejora tu flexibilidad y la fuerza. Activa los centros de energía corporales, elimina tensión y mejora la autoestima. Los movimientos ondulatorios pélvicos característicos producen un masaje interior de los órganos que los tonifica y ayuda a que trabajen mejor, estimulan la eliminación de deshechos y mejoran los dolores menstruales, impulsan la evacuación de las heces y fomentan un buen funcionamiento digestivo.
Aunque hoy día se practique como espectáculo artístico, su función original, no solo era la más evidente de un baile sensual para el estímulo sexual, sino que era parte fundamental de importantes ritos religiosos de culto a la fertilidad. Además, en la actualidad aún se emplea como un ejercicio preparatorio excepcional para mejorar la salud del bebé y de las mujeres embarazadas, para facilitar el parto y para recuperarse del mismo.
Las mujeres bereberes cuando otra mujer del grupo da a luz, la rodean cantando, ululan lanzando zagarits (gritos agitando a gran velocidad la lengua), tañen y hacen sonar sus castañuelas, crótalos y címbalos, y bailan junto a ella acompañándola, en un clima de alegría, bienestar y de conexión espiritual, para celebrar el milagro de la vida y para entregarle buenos deseos y felicidad, mientras la parturienta en el centro también mueve su pelvis al unísono. De esta forma la incitan a facilitar su labor y con el suave ondular de las caderas, mitiga el dolor de las contracciones y la madre da a luz con facilidad.
Con sus ritmos y sus movimientos sinuosos y serpenteantes, la danza del vientre no solo tiene beneficios a nivel físico sino psicológico, porque despierta en la mujer su amor propio, la hace sentirse más hermosa, la conecta profundamente con su feminidad y con el placer de ser mujer. Un fenómeno de gran interés es que cuando ha nacido su bebé, durante la fase postnatal la ayuda a protegerse del aislamiento al compartir su práctica con otras mujeres y previene la depresión postparto. (1)
Cuando una mujer está encinta su cuerpo empieza a cambiar y con los kilos se pierde agilidad, gracias a este suave baile, gana resistencia y se encuentra mejor. Fortalece los músculos del abdomen y de la pelvis, encargados de sujetar la barriga, y necesarios en empujar al bebé en el momento del parto, y conforme se acerca el momento del alumbramiento, ayuda al bebé a encajarse correctamente, para salir por el canal vaginal.
Excepto en casos de complicaciones gestacionales que requieran reposo, será siempre segura si se dejan de lado los movimientos más bruscos de golpe de caderas y se evitan sobreesfuerzos.
En conclusión, es un tipo de danza que se puede bailar estando embarazada y en realidad, ciertamente es recomendable hacerlo.
Cuando ovulas, tu forma de bailar es más sexy y eres más atractiva para los hombres
Los estudios antropológicos y zoológicos consideraban que, a diferencia de los primates, el momento de la ovulación en las mujeres estaba oculto para ella misma y para el resto de sus congéneres, especialmente de los hombres. Sin embargo, parece que esta apreciación era errónea puesto que sí hay señales en nuestro comportamiento, que el hombre percibe y que le dan pistas de que la mujer es fértil.
Se realizó un estudio científico el que se mostraba a hombres videos de mujeres bailando en una fase no fértil y las mismas mujeres bailando en la fase ovulatoria, pues bien, lo cierto es que los hombres, sin siquiera saber el motivo del estudio, consideraron mucho más atractiva y sexy a la misma mujer cuando danzaba en la etapa más fértil de su ciclo. (2)
Los hombres que bailan bien son más atractivos
Según otro estudio científico, los hombres también se benefician del baile, al menos en lo relativo a despertar en las mujeres su interés por ellos, ya que si bailan bien reciben más atención visual por parte de las mujeres y les resultan más atractivos. (3)
Danza y serás una diosa de la fertilidad
Sea del tipo que sea, todas las danzas que he mencionado te ayudan a expresar emociones y te permiten explorar tu poder de seducción, ya que el erotismo solo se encuentra allí donde hay una mirada que observa. Al bailar te desinhibes del control y ataduras que te imponen otras facetas de tu vida cotidiana, de este modo te liberas de posibles bloqueos emocionales que se hayan anudado en tus articulaciones y en tu cuerpo. Creas lazos y abres una comunicación asociada al lenguaje corporal que es más instintivo, salvaje, sincero y auténtico, que el verbal. Se producen endorfinas y dopamina que mejoran tu estado de ánimo y te hacen ver la vida de una forma más optimista y alegre, más predispuesta al juego y al goce. Además, mejoras la postura corporal, la armonía, la flexibilidad y la coordinación, lo que en sí mismo incrementa tu belleza y atractivo, y es una muestra de tu potencial y fecundidad. (4)
En suma, baila para sentirte más sexy, contonéate para que te vean y te perciban más fascinante y sensual, gira y serpentea para celebrar tu propio ritual de la fertilidad, cabriolea para prepararte para hacer el amor, y danza para traer a tu bebé al mundo.
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ESTUDIOS CIENTÍFICOS REFERENCIADOS EN ESTE ARTÍCULO
1. La materialización del empoderamiento a través de la danza del vientre en la gestación: una exploración fenomenológica.
Empowering embodiment through belly dancin in pregancy: a phenomenological exploration
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26336784
2. Los movimientos corporales de las mujeres son una señal potencial de la ovulación.
Women’s body movements are a potential cue to ovulation
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0191886912002930
3. La atención visual de las mujeres a la variación en la calidad de la danza de los hombres.
Women’s visual attention to variation in men’s dance quality
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0191886912001286
4. Integración del movimiento corporal en la investigación del atractivo.
Integrating body movement into attractiveness research
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2015.00220/full