En la primera parte de este artículo acompañamos a Beatriz y Carlos a una consulta médica que concluyó con la propuesta de un procedimiento de FIV-ICSI, y analizábamos aspectos especialmente complejos y espinosos a los que debían enfrentarse para tomar esta decisión, como son los riesgos asociados a este procedimiento, la existencia de alternativas, o el papel del deseo y el “derecho” a la maternidad.
En esta segunda parte seguimos con el análisis de las facetas más peliagudas que concurren al recurrir a esta opción. El objetivo es ayudarte para que adoptes las mejores decisiones sin que se te escape ningún detalle de especial relevancia.
Es un hecho, que tus ansias de lograr a toda costa un hijo distorsionan tu apreciación de la realidad. Por otro lado, las estadísticas con las tasas de éxito de la reproducción asistida te sugestionan y podrían desorientarte. Si no te haces las preguntas adecuadas puedes acabar perdiéndote en un laberinto.
Pronósticos, probabilidades y psicología
Beatriz y Carlos preguntan por las tasas de éxito de la clínica para determinar si son profesionales confiables, no obstante, estas cifras no van a responder a esta cuestión con exactitud meridiana porque dependen de ciertas variables. ¿cuáles? La principal es que si una clínica acepta solo casos con un buen pronóstico sus cifras de éxito se elevarán, pero si ayudan a las pacientes con un peor pronóstico sus cifras lógicamente descenderán, y ello no significa, ni mucho menos, que sean peores médicos.
Hay que tener muy presente al interpretar estadísticas, que una clínica orientada hacia pacientes de edades avanzadas y con largo tiempo de búsqueda de embarazo, sesgará los resultados.
Habitualmente los pacientes olvidan que una estadística muestra datos globales que no son extrapolables a su caso concreto, por lo que siempre es necesario individualizar el pronóstico.
La estadística es un ámbito psicológicamente resbaladizo. “Estadística” es el conjunto de métodos lógicos y matemáticos diseñados para recopilar, procesar, analizar e interpretar datos numéricos o contables con el fin de describir los fenómenos.
“La estadística es una ciencia que demuestra que, si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno.”
GEORGE BERNARD SHAW
“Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira y las estadísticas.”
MARK TWAIN
“La falacia del cuadro estadístico estriba en que es unilateral, en la medida en que representa sólo el aspecto promedio de la realidad y excluye el cuadro total. La concepción estadística del mundo es una mera abstracción, y es incluso falaz, en particular cuando atañe a la psicología del hombre.”
CARL GUSTAV JUNG
Respecto al tema de los porcentajes de éxito, determinar con una cifra matemática tal probabilidad, se asemeja a nadar en barro, vamos, un esfuerzo ingente pero vano, ya que una cosa son las matemáticas que trabajan con dimensiones definidas y números naturales (1+1 = 2) y otra bien diferente es operar con números irracionales o tendentes al infinito, aunque ambos números sean reales como, por ejemplo, el número Pi (π), esa cifra de valor 3,14159265358979323846…
Con esta comparación intento ilustrar que cuando se hace una estadística es necesario partir de una muestra lo suficientemente amplia y acotar con claridad el campo que queremos estudiar, pero este cometido muchas veces es fluido y se nos escapa entre los dedos, por lo que los resultados distan mucho de ser bien definidos, y para más recochineo tendemos a interpretar erróneamente el enunciado y también la respuesta.
Tasas de éxito por transferencia embrionaria o por ciclo iniciado
Vamos a verlo paso a paso y así vas a entenderlo mejor:
Hay diferentes maneras de comunicar los resultados de un tratamiento de fertilidad: tasa de implantación, tasa de embarazo, tasa de parto, tasa de recién nacido vivo, etc.
- El registro oficial de la registro oficial de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) de 2017 (1) , expone que la mayor parte de las FIV realizadas, el 87%, se asocian a la técnica ICSI, es decir, a la inyección intracitoplasmática de espermatozoides y que las tasas de gestación por transferencia en los ciclos de FIV-ICSI con óvulos propios es del 36,3%.
Por favor, atiende y lee esto con suma atención, fíjate bien que no significa que de cada 100 mujeres que se someten a una FIV-ICSI el 36,3% consigan una gestación, sino que de cada 100 ciclos de FIV-ICSI en los que se obtienen embriones válidos para transferir al útero, 36,3% consiguen el embarazo.
¿Lo pillas? ¿Ves la diferencia? ¡Ajá, hay que leer con suma atención! Entonces ¿cuál es el porcentaje de gestaciones por ciclo iniciado?
Pues es evidentemente mucho menor, porque no todos los ciclos iniciados alcanzan a producir embriones transferibles, ya que una parte de los ciclos se cancelan y no alcanzan la punción folicular, o solo se obtienen óvulos inmaduros, o los óvulos no fecundan, o desgraciadamente los óvulos no se dividen correctamente.
- De un total de 50.263 ciclos, resulta que en torno al 11,6% se cancelaron, el 54,4% consiguió una transferencia, y hubo 9.710 gestaciones, o sea, en realidad solo el 19,3% de todos los ciclos alcanzó una gestación.
¡Ey, ey, ey! ¡Vaya baile de números!
Pues aún no sabes nada, porque todavía no sabes cuántas de esas gestaciones acabaron en aborto y cuántas en un parto. ¿lo que te interesa es el parto, ¿verdad?, o mejor aún ¿cuántas de estas gestaciones consiguieron el nacimiento de un bebé vivo y sano? La SEF nos ofrece las tasas de parto.
- Aproximadamente una cuarta parte, exactamente el 23,3% de las gestaciones, se malogró en aborto y felizmente hubo 7.122 partos, lo que equivale al 14,2% de todos los ciclos iniciados, que si lo referimos al número de transferencias representa el 26%.
¡Caray! ¿Ves la diferencia? Según como miremos los datos hemos pasado en un caso de una cifra abultadita y muy sugerente del 36,3%, a otra mucho menor y menos atractiva del 14,2%.
Pero si te fijas bien, tampoco todos estos datos son suficientes para aclarar bien qué probabilidades de éxito tienes tu personalmente, porque además necesitarías sectorizar los datos por tramos de edad.
- Resulta que como el resultado de un 36,3% en las tasas de gestación por transferencia en los ciclos de FIV-ICSI es una media, si la paciente es menor de 35 años el porcentaje de éxito será del 44%, descenderá al 36,1% si tiene de 35 a 39 años, y caerá a partir de 40 años al 22,9%.
Como te acabo de explicar, este “éxito” de momento, solo se refiere a las gestaciones por transferencia, así que ahora hay que ver los mismos datos asociados al número de ciclos realizados que culminaron en un parto.
- En el grupo de las menores de 35 años, del total de ciclos iniciados se obtuvieron 24,8% de gestaciones y 20% de partos, pero si atendemos a las transferencias, como bien sabes, el dato cambia, se eleva al 35,8% de nacimientos.
- En el grupo de 35 a 39 años, del total de ciclos iniciados se obtuvieron 21,3% de gestaciones y 15,4% de partos, si atendemos a las transferencias, ya lo sabes, la cifra ascenderá, y fue del 26,2% de nacimientos.
- Por último, para las de 40 años o más, del total de ciclos iniciados se obtuvieron 9,6% de gestaciones y 5,3% partos, aunque si miramos los mismos datos atendiendo a las transferencias, es 11,7% partos o nacimientos.
Como puedes comprobar las cifras cambian drásticamente. Pues bien, aún se podría acotar la pregunta de muchas otras maneras y de ello nos resultarán otras nuevas cifras: ¿cuántas de ellas ya son madres y habían tenido antes un hijo?, ¿cuántas tenían miomas?, ¿cuántas se sometían a FIV pero la causa de la infertilidad no era femenina sino masculina? ¿cuántas culminan en el nacimiento de un bebé vivo y sano, y cuántos fueron prematuros o con bajo peso al nacer?, ¿en cuántos la madre tuvo complicaciones en el embarazo y el parto? etc. y así podríamos especificar variantes de acotación prácticamente hasta el infinito, que modifican por completo el resultado.
Expectativas infladas y poco realistas
¿Y por qué no ofrecen las clínicas directamente la cifra inferior? Pues debido a que los pacientes tienen unas expectativas de éxito completamente distorsionadas por el ansia de sus deseos y confían en que la medicina resolverá todos sus problemas de fertilidad. También porque estamos muy condicionados por la experiencia de la compra de rebajas en los comercios. Un descuento del 14% es poco comparado con uno del 36%, ¿y qué diantres tiene que ver las rebajas con la biología? Nada, de nada, pero el subconsciente y las emociones están atrapados en esa proyección. Además, la inmensa mayoría de personas es víctima de una imagen de su fertilidad sobreestimada, tiene una gran opinión de sí misma y de su potencial, así que piensa que sus probabilidades de éxito rondan el 100%.
Increíble, ¿verdad? Sí, sí, el 100%. Enorme y fantástico error, pero es muy trabajoso y fatigoso hacerle entender a alguien en semejante estado ansioso que esas cifras son completamente irreales, y que al mismo tiempo que se le despierta de su ensoñación, acepte de buen grado y con optimismo entrar en un ciclo FIV-ICSI. De hecho, son muchos los pacientes que cuando se les habla con franqueza de su situación, reaccionan con gran enojo contra el portador de las malas noticias, o que desdeñan esta potencial vía de solución.
Así que, por eso, astutamente, para no espantarte y ofrecerte unas cifras más atractivas, en las clínicas lo normal es que cuando preguntas por las de tasas de éxito te den las tasas de gestación por transferencia, en lugar de las tasas de parto por ciclo.
Un juego de percepciones: la botella medio llena, o medio vacía
A los pacientes se les dice la verdad, pero de tal forma que perciban las expectativas de éxito de forma favorable, y que afrontan mínimos riesgos, ¿Por qué? Porque de los 10.713 ciclos que hicieron en 2017 mujeres de 40 años o más, si hubiesen sabido que solo 565 ciclos, el 5,3% conseguiría un nacimiento, ¿cuántas hubiesen seguido adelante? Posiblemente muchas menos que si se les dice que la tasa de “éxito”, es decir de gestación por transferencia, es del 22,9%, y en ambos casos lo que se dice es rigurosamente cierto.
Teniendo en cuenta que la gente cada año invierte alegremente miles de euros en juegos de azar y loterías, donde la probabilidad de que toque el premio gordo es de 0,00001%, la promesa de felicidad si anhelas un hijo de un 5%, o incluso de un 1%, según como se mire es muy elevada, pese a que, en comparación a nuestras expectativas, curiosamente nos parezca muy baja.
La estadística es una generalidad, nunca predice un resultado particular
Es correcto alegar que, cuando haces una FIV-ICSI, lo normal es contar con el efecto acumulativo o sumatorio de varios intentos, igual que ocurre en la naturaleza, y normalmente las clínicas recomiendan hasta 4 intentos. ¿Quiere esto decir que si lo intentas muchas veces lo conseguirás? ¿Acaso es una suma simple de la probabilidad de un único intento? Sí y no, no es tan sencillo.
Por ejemplo, si cogemos el grupo de 35 a 39 años, que del total de ciclos iniciados obtuvieron 15,4% de partos, no significa que si hicieran 4 intentos bastaría multiplicar por cuatro esta cifra y la probabilidad de conseguir el parto subiría hasta 61,6%. Siempre será mayor que un solo intento, pero menor que la suma simple. ¿Por qué? Porque con cada intento fallido la probabilidad de éxito posterior disminuye (lo siento, pero la SEF no dispone de datos estadísticos al respecto y no te puedo dar la cifra exacta).
Para que lo entiendas, si en un determinado intento el resultado es muy negativo, por ejemplo, uno en el que el ciclo acaba en cancelación porque no hay respuesta a la estimulación de los ovarios, ni folículos de los que extraer ovocitos, al compararlo con otro ejemplo con resultado muy positivo, en el que se han conseguido embriones transferibles y una gestación bioquímica, las expectativas de cara a un nuevo intento son completamente diferentes. En el primer caso el pronóstico para un nuevo intento es muy sombrío, y en el segundo caso el pronóstico es mucho más optimista, así que de nuevo las estadísticas no sirven para determinar cómo va a transcurrir la suerte de una paciente en particular, sino solo es una media orientativa. Esto a los pacientes suele costarles muchísimo esfuerzo de asimilación.
Algunos trucos con los números
Aún hay más tela que cortar con el tema estadístico y con la representación numérica de las probabilidades de éxito, porque la picaresca no es ajena al mundo científico. Es un efecto psicológico de sobra conocido en marketing que si un producto cuesta 399€, se venderá mucho mejor que otro que cueste 401€, aunque apenas la diferencia sea de 2€, y aunque sea algo conocido por todos, caemos masivamente en este señuelo una y otra vez.
Resulta que la naturaleza dispone que una mujer en torno a los 20 años, que está en la cúspide de la fertilidad, tenga una probabilidad de embarazarse en un determinado ciclo menstrual de un máximo del 25%, sí, así es, efectivamente solo un 25%, y como mucho. Y es por eso lo más común y frecuente, que lo natural sea en diferentes meses e intentos con repetidos coitos, conseguir la gestación. Es una probabilidad que dista mucho de la de los ñus africanos, cuya explosiva fertilidad ronda casi el 99%. Pues bien, en torno a los 40 años las expectativas de una mujer ya han descendido a un 10%. Sin embargo, imagínate, hay clínicas cuya publicidad las promocionan con la promesa de que el 90% de sus pacientes consiguen un hijo. ¡Qué risa! Claro está, no dicen nada de cómo lo consiguen, ni después de cuántos intentos, ni en qué tramo de edad, ni en qué perfil de pacientes, ni del origen de los gametos, pero la mente ya se ha rendido al encantamiento que ejercen los números, las cifras.
¿Engaño o sugestión positiva?
Como puedes ver, tus expectativas de éxito condicionan la interpretación de las cifras y te sugestionan, modificando tus decisiones.
En definitiva, la parte negativa es que hay un engaño en la percepción del éxito, pero es que la mayor parte de las pacientes no pueden lidiar con la cruda verdad o la malinterpretan, así que sería una mentira piadosa.
De esta forma, se consiguen dos grandes beneficios psicológicos, por un lado, la paciente confía más en sí misma y por otro lado se lanza a confiar en una técnica basándose en la magia de los números y todos contentos. ¿O no?, ¿y tú qué opinas?
¿Aún no has leído la primera parte de este artículo? Aquí tienes el enlace:
REPRODUCCIÓN ASISTIDA: “LO ÚNICO QUE IMPORTA ES QUE TENGAS TU HIJO” (PARTE I)